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¿El Cielo en la Tierra?

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El destino final, la morada más anhelada, más esperada, es el cielo. Cientos de millones de personas creen confiadamente que cuando mueran van a ir al cielo. Creen que sus seres queridos que han fallecido, están ahí, ahora. ¡Y qué hermoso, maravilloso y feliz debe ser ese lugar. ¿Lugar? Bueno, sí. El cielo es mencionado como el lugar del trono de Dios. Es el lugar donde habita Dios. Es el lugar desde el cual Cristo vino a esta tierra, el lugar al que regresó cuando fue recibido por su padre después de su resurrección. ¿Vamos a ir al cielo cuando muramos? Ciertamente, ya no es más la creencia comúnmente aceptada por millones de personas. Qué EXTRAÑO que Cristo dijera: “¡NADIE SUBIÓ AL CIELO!” ¿Por qué diría algo así? ¿Se refería a que esos grandes hombres como Noé, Job, Abraham, Jacob y Elías NO ESTABAN EN EL CIELO? Usted se SORPRENDERÁ y ALEGRARÁ de saber la verdad acerca de dónde “está el cielo” y dónde estará usted cuando, en última lugar “¡esté en el cielo!”

Tal vez sea porqué cuando entramos en la noche de nuestras vidas no podemos creer que “esto es todo lo que hay en la vida”. Tal vez sea una especie de intuición que nosotros, seres humanos debemos tener un propósito, algun destino más allá de los horrores de la muerte y la tumba.

Como reza el viejo proverbio humorístico proclamado en un mal español, con acento alemán, ¡”Nosotros estar fiejos demasido pronto, y demasiado tarde ser intelijentes”! Cuando pasamos la mediana edad, nos preguntamos, “¿qué pasó con nuestra juventud? ¿Dónde se fue? ¿Cómo puede ser que mi vida haya pasado tan rápido?” Nos aferramos a la vida. Valoramos la vida, siempre y cuando sea de calidad, siempre y cuando no esté plagada de dolor y sufrimiento.

Gran parte de la música y la literatura celebran la vida. “¡Oh, qué hermosa mañana!” reza una canción. Otra canción nostágica de lo rápido que pasa la vida, dice “Ha sido un año muy bueno”. Poemas, novelas, biografías, imágenes en movimiento; epopeyas familiares, tantas diferentes formas de arte y tanta literatura apelan al placer, a la exuberancia, al entusiasmo y la felicidad de esta vida física.

Debido a qué la vida es tan BUENA cuando estamos sanos y felices (un estado muy poco frecuente en millones de casos), queremos que continúe. No queremos dejar de vivir, ¡siempre y cuando tengamos una sensación de bienestar! Pasa lo mismo en todas las sociedades. Desde los Amerindios a los aborígenes de Australia, desde los Chinos a los Hindúes en la India, todos tienen teorías y religiones basadas en el deseo de una vida futura; un estado de ser mucho más feliz, mucho más largo, mucho más gratificante que los dolores y molestias no deseadas, las frustraciones y fracasos, las enfermedades y lesiones que se entrometen en este lapso físico.

Toda la humanidad, de todas sus razas, colores, credos, religiones y concepciones políticas, sueñan con una vida mejor después de ésta. ¿Y por qué no? Es parte de nuestra naturaleza querer vivir y seguir viviendo, para alcanzar el amor, la plenitud, complacencia, el éxito, la felicidad y la alegría. Es debido a este deseo innato que cuando nos hacemos mayores, desarrollamos un anhelo de volver a nuestra juventud, para ser eternamente jóvenes.

Desde los setenta en adelante, de hecho, esta vida es muy corta. “Hoy estamos aquí y mañana ya no” es más que una vieja frase familiar. La palabra de Dios habla del hombre como de un fenómeno que pasa rápidamente, al igual que el humo flotando en una brisa, como las hierbas florecidas del campo. Como dijo David, “En cuanto al hombre, sus días son como la hierba, como una flor de campo ya florecida.

“Porque el viento pasó por ella, y pereció, Y no más se sabrá donde está.

“Mas la misericordia del SEÑOR, desde la eternidad y hasta la eternidad, está sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;

“Para los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para cumplirlos.”

El SEÑOR estableció su trono en los cielos. Y su reino prevalece sobre todos” (Salmos 103:15-19) ¡Qué rápido pasan las estaciones! ¡Qué pronto la hoja se volvió color marrón, y es arrojada lejos cuando llega el invierno y que rápido pasan los años de nuestra vida; como las pequeñas flores de primavera, que florecieron y luego murieron. Santiago, el hermano de Jesús, dijo: “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación;

“Pero el que es rico en su humillación; porqué él pasará como la flor de la hierba.

“Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.” (Santiago 1:10,11). Santiago se inspiró para reprender a aquellos de nosotros que olvidamos lo frágil y temporal que realmente somos, los que se jactan de lo que van a hacer en el futuro: “¡Vamos ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos y venderemos, y ganaremos: Cuando no sabéis lo que será el día de mañana Porqué ¿que es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por poco de tiempo y luego se desvanece.

“Por lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (Santiago 4:13-15).

Pedro también habló de lo frágil, de lo breve que es nuestra estancia aquí en la tierra: “Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae;

“Pero la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra por la cual el evangelio es predicado a vosotros” (1 Pedro 1:24, 25).

Es porque nuestras vidas son tan cortas, porque están llenas de tantas frustraciones, tanto dolor y sufrimiento, tanta amargura y decepción, que nosotros anhelamos algo mejor. No es extraño que la promesa de Jesucristo reverbere tan poderosamente a través de la mente humana; ¡evoca visiones de la eterna juventud, la fuerza y la salud! Cristo dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.

“Yo soy el pan de vida.

“Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.

“Este es el maná que desciende del cielo, para que de él coman y no mueran.

“Yo soy el pan vivo que descendió del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo” (Juan 6:47-51). Esta enigmática declaración suya en la que Él comparó el pan ácimo con Su carne, y el vino de la Cena del Señor con Su sangre derramada, fue tan sorprendente que muchos de sus propios discípulos Lo abandonaron. No entendían que él hablaba del pan y el vino de una manera simbólica.

Sin embargo, su promesa fue que si permitimos que Jesuristo viva Su vida perfecta en nuestro interior a través del poder del Espíritu Santo, ¡podemos vivir POR TODA LA ETERNIDAD!

La única pregunta es ¿DÓNDE? ¿En qué estado? ¿Cómo? ¿Cómo nos clasificamos para una promesa tan fabulosa? ¿Qué vamos a hacer? Y, ¿PORQUÉ, si se nos promete que “ir al cielo” cuando morimos, dijo Jesucristo que “NADIE SUBIÓ AL CIELO”?

El Cielo Se Da Por Sentado

Todos los días, en miles de servicios funerarios en todo el mundo occidental profesante de Cristo, los ministros tratan de calmar a las familias desconsoladas, en duelo por los que han muerto. Dicen que el ser querido ahora está ” en los brazos del Señor”, y se ha ido al cielo.

De alguna manera, los lamentos y sollozos de los que han perdido a miembros de su familia están claramente en evidencia no importa los clichés y las repetidas promesas. ¿Es porque la muerte es ese enemigo tan odiado? ¿Es por eso que muchas personas no pueden decidirse a regocijarse cuando muere un ser querido, sin importar las garantías acerca de “ir al cielo” cuando morimos?

¡No puede haber cuestiones más importantes que LA RAZÓN por la que nacimos, PORQUÉ estamos en esta tierra, en esta vida humana QUÉ SUCEDE cuando morimos; A DÓNDE vamos!

La palabra de Dios hace la pregunta milenaria, “… ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que lo visites?” (Hebreos 2:6). Sí, ¿qué ES el hombre? Las grandes iglesias tradicionales responden: “Porque el hombre es un cuerpo temporal, en el reside un ‘alma’ que va al cielo o al infierno ¡cuando el muere!” Durante siglos, las personas han aprendido que tienen un alma que vive, siente, conoce, una vida inteligente, un tipo de vida del espíritu una vida que se separa del cuerpo ¡cuando el cuerpo muere!

¿Ésto es cierto? Usted nunca ha visto a su alma. Usted no puede sacarla y mirarla, no puede hablar con élla, ni olerla, ni oírla. No es posible fotografiarla. Entonces, ¿cómo sabe que “tiene un alma”? ¡Debido a que se lo han enseñado desde la infancia! Sorprendentemente, ¡las palabras “alma inmortal” no están en ninguna parte de la Biblia! ¡La frase “inmortalidad del alma” no está en ninguna parte de las Escrituras! ¡En cambio, la Biblia habla del “espíritu” humano!

Hay algunos problemas desconcertantes con el concepto de que cada ser humano, independientemente de su raza, tiene un “alma inmortal”, que está destinada a “ir al cielo” o “al infierno”. ¿Qué pasa si muchos de ellos nunca han oído hablar mucho de Cristo, y el cielo?

Recientemente, se le preguntó directamente a un famoso evangelista de la televisión sobre la gente que muere en países como China o los países de África, sin haber oído el nombre de Jesucristo; “si es que arden en el infierno por siempre jamás”. El famoso evangelista se quedó completamente atónito. Se quedó dubitativo y tartamudeó, balbuceando sobre el asunto y sólo pudo decir que ningún ser humano puede ser “salvado” sino a través del nombre de Cristo. En otras palabras, lo quiso decir es que los que mueren en tierras no cristianas; los millones y millones de chinos, japoneses, indonesios, árabes, africanos, indios y muchos otros, están ¡gritando en un fuego del infiernal ¡mientras usted lee estas palabras Pues simplemente porque, según este evangelista y cientos como él, todas esas personas nunca habían “recibido a Jesús.”

Claramente, este famoso evangelista (usted reconocerá al instante su nombre), al igual que miles de sus compañeros, no saben cómo responder a esa pregunta. Puesto que “Dios es AMOR”, y “Su misericordia es para siempre”, ¿cómo podría un Dios misericordioso consignar a pequeños de dos años de edad, a los bebés chinos, o los bebés de cualquier nación, de cualquier raza, a quemarse para siempre en un fuego infernal que erde eternamente, simplemente porque un misionero tenía una rueda pinchada?

Si un misionero protestante estaba tratando de llegar a una aldea china remota, y tuvo una pinchadura en el camino, y mientras él sudaba con el gato y los parches, moría una niña enferma China, sin siquiera haber oído el nombre “Jesucristo” en su breve e vida, ¿su “alma”debía ir inmediatamente a un ” FUEGO INFERNAL eternamente ardiente”?

¿Es LÓGICO un escenario como este? ¿Suena como algo que haría un Dios misericordioso a un precioso niño? Sin embargo, el “evangelista” y sus secuaces no tienen respuestas. ¡No se equivoquen! Él tenía toda la razón cuando dijo que ¡la salvación SÓLO se logra a través del nombre de Jesucristo! ¿Hay alguna otra solución para la niña china? Alguna vez, ¿Podrá tener la oportunidad de aprender acerca de Cristo y Su sacrificio?

Cuando Pedro fue desafiado en la “Puerta hermosa” como resultado de la curación de un paralítico, dijo, “Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis, a quien Dios resucitó de entre los muertos, por él este hombre sano está en vuestra presencia.

“Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.

“Ni hay salvación en ningún otro: porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:10-12).

Incluso la niña china debe estar guardada en, y a través del nombre de Jesucristo. Pero primero, tiene que tener la oportunidad de aprender acerca de Cristo, para aprender cómo Él murió por los pecados de toda la humanidad, para aprender qué es el pecado, para aprender sobre el arrepentimiento, el bautismo y la recepción del Espíritu Santo. ¡Ella tiene que tener una oportunidad de salvación! ¿Su única OPORTUNIDAD fue aniquilada por la pinchadura del misionero?

La falsa doctrina de la “inmortalidad del alma”, junto con la falsa idea de que cada ser humano, independientemente de su raza o nacionalidad, tiene una oportunidad de salvación AHORA, y sólo ahora, hizo que el famoso evangelista balbuceara alrededor de la pregunta sobre la pequeña niña china. Si hubiera sabido lo que aprenderá en este libro, hubiera estado preparado para dar una respuesta clara y directa. Dios ha decretado que TODOS tengan una oportunidad de salvación, y que sólo RECHAZANDO la verdad de Dios es cuando usted ¡va a estar perdido!

Claramente, la palabra de Dios dice que la gran mayoría de la humanidad TENDRÁ LA OPORTUNIDAD de ser salvada. Él dice: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:09).

Ninguna “Segunda Oportunidad”,—¡Pero Todo Humano Tendrá una PRIMERA Oportunidad!

¡Está llegando una SEGUNDA RESURRECCIÓN! ¡El mismo Cristo claramente así lo dijo! “Bienaventurado y santo el que es parte de la primera resurrección; en esta segunda muerte no tiene poder, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:6). La PRIMERA resurrección es la resurrección de los “muertos en Cristo”, los que se han arrepentido, ha sido bautizados, y recibieron el Espíritu Santo de Dios, y que se han convertido en “nuevas criaturas en Cristo”. Pablo habló de esta primera resurrección en su famoso “capítulo de la resurrección”, 1 Corintios 15. Él dijo: “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados Pero cada uno a su debido tiempo: Cristo, los primeros frutos; luego los que son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:22,23).

Los cristianos convertidos que han muerto, se levantan PRIMERO, en la PRIMERA resurrección. Observe otra prueba: “Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel, y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16).

Pero el RESTO de los muertos, aquellos que nunca han oído hablar, o que no han tenido una oportunidad de salvación durante su vida física, no serán resucitados hasta DESPUÉS del reinado milenario de Cristo, en el momento llamado el “Día del Juicio del Gran Trono Blanco”, así representado por el último día santo anual de Dios cada año.

He aquí la prueba : “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se dio el juicio a ellos; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y que no habían adorado a la bestia ni a su imagen , ni recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos , y vivieron y reinaron con Cristo mil años [esto retrata los “muertos en Cristo” que se encontraban en la PRIMERA resurrección, así como a los vivos que se han cambiado de forma instantánea a la venida de Cristo (ver 1 Corintios 15:50-52)].

“Pero el resto de los muertos no volvieron a vivir hasta que se terminaron los mil años” (Apocalipsis 20:4, 5).

¿Quiénes son “el resto de los muertos”? Obviamente, todos los muertos que NO estuvieron en la primera resurrección; que no se CONVIRTIERON, ¡que nunca habían oído el nombre de Cristo! El “resto de los muertos” incluye a nuestra niña china, y a los incontables millones de personas como ella en las naciones de todo el mundo, desde el momento antes de la inundación hasta el momento de ¡la segunda venida de Cristo!

El “resto de los muertos” incluye a todos aquellos ¡que nunca han RECHAZADO conscientemente la salvación! ¡Piense en ello! ¿Cuántos litros de lágrimas se han derramado por preocupados seres queridos cuyos bienamados hijos u otros miembros de la familia murieron “no salvados”? Para descubrir la verdad sobre el estado de los muertos no salvados; para saber que sus seres queridos fallecidos, están profundamente DORMIDOS EN SUS SEPULCROS; que se van a levantar en una gran resurrección; que van a TENER UNA OPORTUNIDAD DE SALVACIÓN que debe ser recibida con gran ALEGRÍA por todos! ¡Qué gran alivio que es aprender que sólo aquellos que deliberadamente, conscientemente, RECHAZARON a Dios y sus leyes, se quemarán en el fuego del Gehena; que otros, que no fueron llamados en esta vida, ¡tendrán una gran oportunidad de salvación!

¿Acaso no dijo Cristo que están aquellos a quienes Dios NO LES ESTÁ LLAMANDO, y que no se les ha dado una oportunidad en esta vida? ¡Ciertamente lo dijo! Él deliberadamente ocultó el significado de muchas de sus enseñanzas a los que no estaban siendo llamado en ese momento! Observe que, “Y los discípulos se acercaron y le dijeron: ¿Por qué les hablas en parábolas?

“Él les respondió, diciendo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado.

“Porque a cualquiera que tiene, le será dado, y tendrá más; pero al que no tiene, le será quitado aun lo que tiene.

“Por eso les hablo con parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

“Y en ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis:

“Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, y oigan con los oídos, y entiendan con el corazón, y se conviertan, Y yo deba sanarlos” (Mateo 13:10-15). ¡Lea esto de nuevo! ¿Puede creerlo? ¡Jesucristo dijo eso en Sus propias palabras! Claramente, Él dijo: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:44), y explicó que no todos son llamados al mismo tiempo al arrepentimiento y la salvación.

Es posible que haya seres queridos fallecidos que simplemente NO FUERON LLAMADOS por Dios durante su vida física. Si Dios no los LLAMÓ, ¿es su culpa de ellos? ¿Es lógico que Dios vaya a castigar a esa gente por toda la eternidad, gritando en agonía, cuando Él decidió que no era el momento de llamarlos?

¿Qué pasa con aquellos a los que Jesús habló en parábolas, diciendo: “NO SEA que vean con sus ojos”? Lo crea o no, ¡Cristo NO vino EN ESE MOMENTO a “salvar el mundo”, durante su estancia en esta tierra en la carne!

Observe la descripción de la gran segunda resurrección: “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados de acuerdo a aquellas cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

“Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el infierno [en griego: hades, que significa “la tumba”] entregaron los muertos que había en ellas; y fueron juzgados cada uno según sus obras” (Apocalipsis 20:12, 13). La palabra griega para “libros” es Biblos, de la que deriva la palabra “Biblia”. Dios es consistente. Dios no cambia. Él no juzga a una parte de la humanidad de acuerdo con una norma, y a otra parte de acuerdo con un estándar diferente.

Usted y yo estamos siendo juzgados DIARIAMENTE, por la palabra de Dios. ¡Los “Biblos Santos”, o LIBROS sagrados de la Biblia son usados por Dios como estándar para el juicio! En el “Juicio del Gran Trono Blanco”, o segunda resurrección, ¡el mismo Dios utiliza los MISMOS libros para juzgar de la MISMA MANERA! Observe que los muertos son juzgados por y de acuerdo con sus OBRAS, ¡precisamente sobre lo que muchos predican en contra! ¡El juicio no es la SENTENCIA! En cambio, es un periodo de “prueba”, esta vez un período de cien años, mucho más tiempo que el promedio de vida humana, en el que todos los que no rechacen a Dios y a su verdad tendrán ¡una gloriosa oportunidad para la vida eterna!

Ellos han de ser juzgados durante toda la vida física, tal vez de cien años, POR LA BIBLIA; por los “libros” de las Sagradas Escrituras, de la misma manera que Dios está juzgando a Su iglesia todos los días. Pedro dijo: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios: y si primero comienza por nosotros, ¿cúal será el final de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios” (1 Pedro 4:17).

La niña China, y millones y millones como ella, de las naciones de todo el mundo, millones que han muerto de desnutrición, de hambre, por enfermedades y por la guerra, vendrán en la gran resurrección general, ¡DESPUÉS QUE SE ACABEN LOS MIL AÑOS! ¡Así lo dice su Biblia!

¡A ellos se les dará una OPORTUNIDAD para la salvación! Cuando se para a pensar en ello, la oportunidad de vivir en esta tierra se dará de muchas formas, después que se haya convertido en fabulosamente hermosa, con patrones de clima perfectos, sin enfermedades o dolencias, sin guerras, hambrunas, sin tormentas violentas, sin delito En muchas formas – después de mil años de gobierno de Cristo y todos Sus santos; la oportunidad de VER a los miembros de la familia de Dios EN PERSONA, es sin duda ¡una gran oportunidad para la salvación! Por ejemplo, usted y yo no podemos VER a Dios. No podemos hablar con Él cara a cara. No estamos viviendo en un mundo de decisiones de Dios. No estamos viviendo en un mundo gobernado por el mismo Dios. Pero los que vienen en el período de Juicio del Gran Trono Blanco, ¡podrán disfrutar de todos estos maravillosos beneficios!

Observe la descripción de este período de cien años: “Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo: y la voz del llanto o la voz de clamor no será más escuchada en ella.

“Allí, no habrá más ningún niño de días [durante el período juicio del Gran Trono Blanco, no tendrá lugar la reproducción humana, no nacerán bebés], ni viejo que no ha llenado sus días [nadie va a morir por cualquier causa antes de tiempo]: porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.

“Y edificarán casas, y las habitarán; y plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas, ellos son seres HUMANOS, que viven en esta tierra en hogares, con sus propios jardines y huertos],

“No edificarán, y otro morarán; ellos no plantarán, y otro comerá: porque según los días de los árboles así serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.

“No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición, porque son la simiente de los benditos del SEÑOR, y sus descendientes con ellos.

“Y acontecerá, que antes que clamen, responderé yo; y mientras aún hablan, yo habré oído.

Dijo el SEÑOR: “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte,” (Isaías 65:19-25).

¡Observe cuidadosamente el ajuste de tiempo! Obviamente, las condiciones que prevalecen son las mismas que las descritas en el hermoso capítulo 11 de Isaías, las condiciones que prevalecerán después que las naciones hayan forjado sus “espadas en rejas de arado”, en otras palabras, los tanques se transformaron en tractores, y las armas en azadas y rastrillos – condiciones que se obtendrán como resultado del reinado milenario de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores.

Una vez que cada individuo llega al final de ese período de 100 años, ya sea que él o ella fueran resucitados como un bebé, y ahora tengan 100 años, o sean resucitados con unos 90 años, y ahora tienen 190, él o ella, serán incluidos en el reino de Dios, o serán arrojados al lago de fuego si son pecadores y rebeldes contra Dios.

La pura verdad es que en la Biblia están descriptas: TRES resurrecciones:

(1) La resurrección de los “muertos en Cristo”, que se produce en el momento del regreso de Cristo.

(2) El período del “Juicio del Gran Trono Blanco”, la SEGUNDA resurrección, al final del reinado milenario de Cristo (“El resto de los muertos que no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años” Apocalipsis 20:5).

(3) La resurrección final de los impíos; esos pecadores incorregibles que no QUISIERON arrepentirse, para ser lanzados al lago de fuego.

No se confunda por el hecho de que haya tres resurrecciones y no sólo dos. Piense en ellas y recuerde los pasajes bíblicos que nos ayudan a entender. Hay TRES CATEGORÍAS de seres humanos en la tierra. La primera: Los que han tenido UNA OPORTUNIDAD para la salvación, y que la han aceptado, en segundo lugar: Los que nunca han tenido la OPORTUNIDAD, como nuestra niña china; la tercera: ¡Los que han tenido la OPORTUNIDAD para la salvación, y la han rechazado!

La Paga por El Pecado es La Muerte ¡En El Fuego del Gehena!

Recuerde, la paga por el pecado es la MUERTE, no la vida eterna en algún otro lugar o en algún otro estado de ser (Romanos 6:23). La palabra de Dios dice: “Y así es como está establecido para los hombres: que mueran una vez y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). La muerte física humana es NATURAL, y es inevitable. No importa la manera de muerte, porqué ¡la PRIMERA muerte NO ES LA PAGA POR EL PECADO! Puede ser el resultado del pecado, como en un asesinato, o por la ingestión pecaminosa de sustancias nocivas, como la muerte por cáncer de pulmón debido a muchos años de fumar, pero la primera muerte, no importa como ocurra, ya sea en un incendio, o por ahogarse, o en paz, en la vejez, ¡NO ES LA PAGA POR EL PECADO!

La paga final por el pecado es ¡LA MUERTE POR EL FUEGO DEL GEHENA! La muerte ardiente de los impíos es un fuego mucho más caliente que el “fuego y azufre” representado por la imaginación de los predicadores que falsamente predican la doctrina pagana del ¡ETERNO castigar, en lugar del castigo eterno! ¡Hay una DIFERENCIA!

Note lo que dice la palabra de Dios de aquellos que van a sufrir la muerte por el fuego como consecuencia del pecado, “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; y aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho el SEÑOR de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

“Pero a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia trayendo en sus alas, y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

“Y hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho el SEÑOR de los ejércitos” (Malaquías 4:1-3).

Hace muchos años, uno de los “principales” predicadores fundamentalistas, al oírme predicar la verdad sobre el hecho de que los pecadores no se queman por siempre jamás; que no hay un “infierno que arde siempre,” dijo con desdén que estaba ¡”robando el púlpito de su poder! “Muchos ministros parecen necesitar del MIEDO como un arma contra su pueblo. Si son capaces de aterrorizarlo con visiones de formación de ampollas, quemazón, quemazón, quemazón tras quemazón, pero nunca mueren, ni dejan de existir, pueden ejercer autoridad sobre ellos. Mi esposa, cuando era niña pequeña, sin duda, fue aterrorizada por algunas de las descripciones gráficas del “fuego del infierno” que escuchaba en la iglesia.

Ser QUEMADO HASTA LA MUERTE; ser DESTRUIDO por el fuego del Gehenna es suficientemente aterrador, sin tener que inventar la doctrina satánica y completamente FALSA de la quemazón por siempre jamás.

A pesar de las muchas escrituras que dicen lo contrario, muchos creen en un “siempre ardiente fuego infernal que arte siempre” por un par de escrituras enigmáticas, relativas a Satanás, la BESTIA y el falso profeta. ¡Recuerde! ¡Una escritura no se contradice con otra! No se puede acabar con muchas escrituras claras y obvias al interpretar erróneamente una escritura ambigua ¡vaga! Ahora, echemos un vistazo a los ejemplos de escrituras no comprendidas o mal interpretadas.

El “Humo De Su Tormento”

Hablando de la gran iglesia falsa, representada como la gran ramera (Apocalipsis 17:3-6), que se llama “Babilonia la Grande”, dice la Biblia: “…Y el humo de ella se eleva por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 19: 2). Estudie cuidadosamente los capítulos 17 y 18 de Apocalipsis. El capítulo 17 muestra la maldita alianza entre el poder de la Bestia, una coalición de diez naciones, y la gran falsa iglesia. La Bestia y el falso profeta son los dos malignos asesinos de masas que serán arrestados por Cristo inmediatamente después de Su venida.

Como veremos más adelante, Cristo será quién personalmente las arroje al “lago de fuego que arde con azufre”. Al describir cómo la Bestia “aborrecerá a la ramera, y la dejará desolada”, dice Dios, “Por tanto, vendrán sus plagas en un día, muerte, llanto y hambre, y será completamente quemada con fuego; porque poderoso es el Señor Dios que la juzga.

“Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio” (Apocalipsis 18:8,9).

Esta gran ciudad, que se describe en el capítulo 17 como una ciudad de “siete montañas”, sobre la cual se sienta simbólica una mujer, ¡ha de ser destruida por el fuego! ¿Qué sucede cuando las ciudades son destruidas por el fuego? ¡Ellas se queman hasta desaparecer! La gran tormenta de fuego encendida en Tokio durante la Segunda Guerra Mundial por las superfortalezas B-29 de Curtis LeMay ¡causó más muertes que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima!

Los grandes incendios fueron el resultado de miles de bombas incendiarias que cayeron sobre Tokio, que afectaron a millones de frágiles viviendas de madera. La tormenta fue tan descomunal que levantó vientos con la fuerza de un huracán, mientras las llamas saltaban cientos de metros en el aire. Las personas, los animales, los automóviles fueron barridos de la tierra para ser absorbidos por la vorágine mientras vientos de más 300 kilómetros por hora alimentaban la enorme pira. Las nubes de fuego y humo se elevaron más y más o hasta que el calor se condensó en la atmósfera superior, y se produjo una tormenta eléctrica! ¡Murieron más de cien mil indefensas personas!

Hamburgo sufrió un destino similar, al igual que parte de Londres y ciudades como Koblenz, Wuppertal, Mainz, Frankfurt, Essen, Colonia y Berlín.

En Apocalipsis 18, la Biblia describe una ardiente destrucción similar para la gran ciudad que es llamada metafóricamente “Bablilonia la Grande”, justo antes de la segunda venida de Cristo. Recuerde, la antigua Babilonia había sido destruida en el año 538 AC, más de 600 años antes que Cristo le revelara al apóstol Juan, esta profecía de la destrucción, aún futura, de una gran ciudad llamada, espiritualmente, “Babilonia”. Por ello, el ángel dijo: “Babilonia la grande ha caído, ha caído”, repitiendo la declaración dos veces, lo que indica que la destrucción original de Babilonia, en la llanura de Sinar era un prototipo de la destrucción final de la gran ciudad que gobernaban la el Bestia y falso profeta.

¡El fuego es lo que va a destruir la ciudad! Dios dijo: “Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera [la gran falsa iglesia], y la dejarán desolada y desnuda, y comerán sus carne, y la quemarán con fuego.

“Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar su voluntad, y ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.

“Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra” (Apocalipsis 17:16-18).

Cuando el humo de Tokio y Berlín se levantó en el aire, se mezcló con la atmósfera. Partíclas de material y vapor microscópico se propagaron a cientos de kilómetros. Así como el humo se disipa en la atmósfera hasta que muy diluido y disperso, puede ser llevado literalmente, alrededor de toda la Tierra; la Biblia usa el término “para siempre” para describir cómo el humo se absorbe en el aire. El humo marca el lugar del fuego. Mientras que el viejo dicho, “Donde hay humo, hay fuego” no es siempre cierta (muchas minas de carbón y turberas producen humo durante décadas y nunca se encendieron en llamas), es una suposición razonable.

Cuando los ejércitos angélicos de Dios se regocijan por la destrucción de la gran falsa iglesia llamada “Babilonia la grande”, dicen, “verdaderos y justos son sus juicios, porque él ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido la tierra con su fornicación, y Él ha vengado la sangre de sus siervos que ella derramó con su mano.

“Y otra vez dijeron: Aleluya. Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 19:2, 3). Observe que no dice que ella arde por siempre jamás, ni dice que los seres humanos o “almas” estarán en agonía por siempre jamás! En cambio, dice que el HUMO producido por los vastos incendios se eleva y se eleva hasta dispersarse. El fuego es FÍSICO. Es la combustión del material combustible que produce calor, luz, gas y ceniza.

Observe lo que dice Dios de la destrucción causada sobre Sodoma y Gomorra: “Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades a su alrededor que de la misma manera que ellos habían fornicado, e ido en pos de vicios contra natura, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” (Judas 7). ¡Pero NO ESTÁN ARDIENDO TODAVÍA!

Se cree que Sodoma y Gomorra estaban ubicadas en una planicie de sal que fue inundada poco a poco por las aguas del Mar Muerto cuando el río Jordán fluía en ella. Los arqueólogos han observado los que parecen ser antiguos cimientos de las estructuras hechas por el hombre en su extremo sur profundo. En el camino desde el Mar Muerto a Eilat, en el golfo de Akaba, se pasa por el pueblo de “Sedim”, donde hay una planta química y mineral “minando” las aguas del Mar Muerto.

¿Todavía está ardiendo Sodoma? ¡Por supuesto que no! Porque fue Dios quien los juzgó, porque la fuente del fuego que Dios envió en Su ira era del cielo, Judas escribió que estas ciudades malvadas, entregadas por entero a la homosexualidad, ¡sufrieron el castigo del FUEGO ETERNO! Una vez que los incendios hubieron quemado las ciudades, se apagaron, no teniendo nada más sobre lo cual alimentarse. Sodoma y Gomorra están destinadas a ser ¡una advertencia sobre el fuego del Gehena!

Ahora, observe lo que hará Cristo cuando regrese a la tierra: “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.

“Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho milagros delante de ella, con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre” (Apocalipsis 19:19, 20).

¿Qué pasará con estos dos, despiadados, malvados asesinos de masas cuando Cristo les lance personalmente al fuego del Gehena de cerca de Jerusalén? ¡MUEREN! ¡Ellos son quemados hasta la muerte! ¡Ellos son incinerados!

¡Cristo PERSONALMENTE llevará la pena por el pecado de estos dos hombres increíblemente malvados! Ellos no son torturados por los siglos de los siglos. Ellos no se queman y queman, mas sin nunca morirse o quemarse totalmente! ¡Recuerde lo que leyó! “…Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de sus pies…” (Malaquías 4:3).

Satanás, El Padre De La Mentira, Correrá La Suerte De Eterno Castigo

Ahora, manteniendo todas estas verdades bíblicas en mente, observe lo que dice Dios sobre el destino de Satanás: “Y cuando se cumplan los mil años, Satanás será soltado de su prisión,

“Y saldrá para engañar las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; cuyo número es como los de la arena del mar.

“Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada: y el fuego de Dios descendió del cielo, y los consumió.

“Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde son [observe que la palabra en cursiva se debería leer “fueron lanzados”] lanzados la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:7-10). Observe que estas hordas serán DEVORADAS por el fuego divino, como lo fueron Sodoma y Gomorra, del mismo modo que lofueron la bestia y el falso profeta. (Apocalipsis 20:7-10).

Los traductores AÑADIERON la palabra en cursiva “son” cuando el sentido del versículo, tan claramente demostrado por todas las otras escrituras sobre el mismo tema, es el “lago de fuego y azufre, donde FUERON ARROJADOS la bestia y el falso profeta…” ¡más de mil años antes! Como Sodoma y Gomorra, que no están todavía en llamas, la BESTIA y el falso profeta serán DESTRUIDOS por el fuego del Gehena ¡en el momento de la Segunda Venida de Cristo! Ellos son reducidos a CENIZAS, ¡incinerados! No hasta que mil años después sea arrojado Satanás en el mismo fuego del Gehena, al fuego en el que la bestia y el falso profeta fueron arrojados y quemados, muchos años antes.

¡Satanás es ESPÍRITU, no carne! ¡El fuego físico no tiene ningún efecto sobre él! Observe lo que dice la escritura “Y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”, refiriéndose a SATANÁS, y NO a los seres humanos que ¡ya han sido DEVORADOS por el fuego!

Parte del versículo identifica a QUÉ fuego será arrojado el diablo, y parte del versículo nos dice que será atormentado día y noche por los siglos de los siglos. El versículo NO DICE que la bestia y el falso profeta son atormentados por siempre jamás.

¿Adivine quién es el que en última instancia va a “ir al infierno” POR TODA LA ETERNIDAD? ¡El mismo Satanás!

¡Piense en ello! Satanás engañó a nuestros primeros padres, plantando el germen de la idea de que iban a ser “como es Dios”, y que, aun cuando pecaron, ¡”seguramente no morirían”!Satanás es un ser espiritual. Ha engañado a todas las naciones (Apocalipsis 12:9) en la creencia de que el hombre tiene un “alma inmortal”, que el hombre vivirá por siempre y para siempre en un estado consciente. Ha engañado al hombre en la creencia que EL DESTINO DEL HOMBRE PECADOR ES EL DESTINO DE SATANÁS MISMO – aquel DEL ETERNO CASTIGAR, ¡no el del CASTIGO ETERNO!

Usted recibe una clave importante sobre el destino de Satanás a través de la profecía de Judas relativa a Satanás y sus malvados demonios: “Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos sin temor; nubes sin agua, llevadas por los vientos de acá para allá; árboles cuyo fruto se seca, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;

“Fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas” (Judas 12, 13). La Biblia usa las estrellas como símbolos de los ángeles (Apocalipsis 1:16, 20).

Satanás y sus demonios malignos serán arrojados en el fuego definitivo del Gehena, que será encendido en Jerusalén por Cristo mismo a principios del milenio. La bestia y el falso profeta son los primeros en ser arrojado al Gehenna! Todas durante el milenio, así como las personas que llegan al final de su vida física, que pueden ser CAMBIADAS instantáneamente, en el espíritu de la Familia de Dios (1 Corintios 15:50-52), como las que se han arrepentido y han sido bautizadas, o, si han sido rebeldes contra Dios, y se negaron a arrepentirse, ¡serán DESTRUIDAS en el fuego del Gehena!

Al FINAL del período de 100 años, concedido a los muertos que nunca han tenido una oportunidad de salvación, finalmente va a a hacerse realidad la profecía de los “nuevos cielos y la nueva tierra”.

Pedro escribió extensamente sobre este gran momento: “Sabiendo primero esto, que en los días postreros vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,

“Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su venida? Porqué desde que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así, como desde el principio de la creación.

“Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste [los que son “voluntariamente ignorantes” del Diluvio de Noé]:

“Por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua:

“Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados, por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

“Pero, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que hay en ella, serán quemadas.

“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,

“Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, ¿serán deshechos, y los elementos se fundirán?

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:3-13).

Una vez más, esta gran destrucción final de la tierra, que será llevada a cabo por el Eterno Creador DESPUÉS del reinado milenario de Cristo, DISUELVE por completo todo el material físico, CONSUME el último vestigio de pecado, la humanidad rebelde, y ¡cambia por completo la faz de la tierra!

Muy probablemente, Dios, como en varias otras ocasiones, provocó que las placas tectónicas de la tierra se comprimieran para que los océanos desbordaran los continentes, así Él pudo comprimir las masas de tierra para permitir que el gigantesco mar de “magma”, la roca fundida que forma la mayor parte de el interior de la tierra, fluyera sobre los continentes, FUNDIERA con “intenso fuego” “los elementos de la tierra”.

Por lo tanto, Satanás y sus demonios estarán en esta ardiente destrucción, sin embargo no para ser destruidos ellos mismos, sino para ser arrojados a una negra oscuridad exterior, como “estrellas errantes, a quienes está reservada para siempre, la oscuridad de las tinieblas”. Puede ser que el destino de Satanás sea ser arrojado a un lugar remoto del universo, tan lejano que ni siquiera el más mínimo punto de la luz puede ser visto, para sufrir los tormentos de su propia mente pervertida, enojada, furiosa, ¡por toda la eternidad!

Los seres humanos NO van a ser quemados, chamuscados, ampollados, quemados por los siglos de los siglos de los siglos, ya que ¡ni siquiera han oído el nombre de Cristo! Tampoco van a sufrir tal destino, aún si son incorregibles, y desafían a Dios ¡hasta que ellos deban ser destruidos!

¡Los pecadores serán finalmente INCINERADOS en el fuego del Gehena! ¡Se convertirán en CENIZAS bajo los pies de los justos! No van a quemarse para siempre.

¿Por Qué No Hay Cementerios Segregados?

Ahora, PIENSE en la falta de lógica absoluta de la falsa doctrina del “fuego ardiente del infierno” del que ha oído hablar toda su vida.

¿Alguna vez ha oído a alguien “predicando el infierno” en un funeral? Por lo general, no. No importa cómo vivió su vida el o la recientemente fallecido/a, la mayoría son “predicados a los cielos” por los ministros que presiden sus funerales.

¿Por qué se no hay cementerios segregados donde una sección cuenta con monumentos con lápidas con el “pulgar para arriba”, mientras que otras tienen el “pulgar hacia abajo”? ¿Alguna vez ha visto una lápida donde haya una pequeña chimenea adosada al monumento, con el humo elevándose? ¿Alguna vez ha escuchado a una lápida de estas características, para ver si se podía oír los tenues alaridos y gritos de los que, supuestamente, están danzando alrededor de azufre?

¡No importa cuán pecaminosamente pudo haber vivido el recientemente fallecido, muchos pastores parecen ser capaces de consolar a sus seres queridos angustiados, con la idea de que, en último momento, el cascarrabias y costroso viejo tío Juan casi raspando, en los últimos segundos de su vida pudo atravesar las puertas del cielo!

Durante más de cuarenta años, he ofrecido un cheque certificado de caja por 10.000 dólares a cualquiera que pueda encontrar las siguientes frases en la Biblia del Rey Santiago: “Mi alma inmortal”, “La inmortalidad del alma”, “Cuando lleguemos al cielo,” “te veré en el cielo” o “Vamos a ir al cielo cuando muramos.” Nunca, en todos estos más de cuarenta años, con millones oyendo mis palabras, ni una sola persona, ha podido reclamar el cheque de caja certificado por 10,000 dólares!

¿Y Porqué no?

¡Simplemente porque esas palabras no están en la Biblia!

Recuerde, sólo hay una fuente de la verdad real acerca de lo que sucede en la muerte.

La Biblia es el manual de Dios para hombre – la revelación del conocimiento que de otra manera, el hombre no podría descubrir por sí mismo. ¡La Biblia es el conocimiento revelado!

Pablo dijo: “Toda Escritura está dada por inspiración de Dios [queriendo decir, inspirada por Dios] y es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en la justicia” (2 Timoteo 3:16).

La Palabra divinamente revelada de Dios, es la ultimísima fuente a la que tenemos que recurrir para descubrir la verdad acerca de la recompensa de los salvos, acerca de lo que sucede en la muerte; acerca de la promesa del “cielo”, o la amenaza de una quemazón de nunca acabar en el “infierno”. ¡Usted nunca ha hablado con alguien que haya vuelto de cualquiera de esos lugares, nunca ha recibido una carta o una llamada telefónica de alguien que haya ido a cualquier de esos lugares!

Millones de fieles se han sentado en la iglesia escuchar descripciones gráficas del cielo. Han oído las historias lacrimógenas de la muerte de personas santamente ancianas, visiones del cielo, del arrepentimiento de último momento en el lecho de muerte, y las historias de personas que han levantado la vista al morir y dijeron que ¡vieron a Jesús que venía!

Pero para todas estas historias fantásticas, estos mismos fieles nunca en toda su vida se sentaron para un largo estudio bíblico o un servicio de la iglesia donde escucharan a un ministro vadear a través de docenas de escrituras en la Biblia ¡prometiendo el cielo como la recompensa para los salvados!

¿Por qué no lo han hecho?

Simplemente porque las doctrinas tradicionales sobre el “alma inmortal”, “ir al cielo o al infierno cuando morimos” y el “arrebato” ¡no se pueden en la Biblia!

Algunas Preguntas Lógicas Sobre el “Alma” 

Cuando nos presentamos con tristeza frente a un ataúd abierto en un funeral , vemos un familiar querido , un pariente, un amigo, allí tendido como si estuviera dormido. Siempre, están usando un traje o un vestido favorito. Por lo general, éstas no son las ropas que llevaban cuando murieron. Como alguien dijo en broma acerca de una famosa mujer atea en su funeral, ¡”Aquí está ella – bien vestida, y sin ningún lugar donde ir!” Como dice la canción folclórica de George Jones sobre un amigo tendido en un ataúd, que había muerto en la angustia y la tristeza, “¡La primera vez que le había visto sonreír en años!” Esto debido a que los empresarios de pompas fúnebres habían dibujado en su rostro una sonrisa congelada.

SÍ en verdad poseemos un “alma inmortal”, entonces es lógico y natural sentir curiosidad sobre a que se parece el alma; sobre las propiedades y la naturaleza del “alma”.

¿Las almas usan ropa? ¿Están vestidas? Si es así, ¿de qué? ¿El doliente deudo descubre un traje preferido que falta en el armario, y piensa, “¿Oh, esta debe ser la ropa que él o ella decidió usar en el cielo?” Uno pensaría que si la decisión fue que el ser querido tenía que ir al “otro lugar”, ¡un traje de asbesto para luchar contra el fuego sería lo adecuado!

¿Las almas están desnudas? ¿O están vestidas? ¿La ropa es formal o informal, están vestidos con ropa de trabajo? ¿O están todos vestidos con túnicas, como en las fotos de los “santos” en las Biblias ilustradas? Y si es así, ¿la “ropa” está hecha de materiales sintéticos, de lino, algodón o lana?

Un rompecabezas, ¿no es así?

¿Las almas tienen pelo en el cuerpo? ¿Crece? La razón de esta pregunta está relacionada con el concepto del Inferno de Dante sobre el fuego del infierno. Lo primero a quemar sería el pelo y las cejas. ¿Se queman, y luego vuelven a quemare una y otra vez?

¿Las almas tienen terminaciones nerviosas? ¿Tienen un sistema nervioso? Nuestro sistema nervioso nos proporciona señales de advertencia cuando nos encontramos con objetos afilados, con calor o frío extremo. De esa manera, nos arrebata rápidamente nuestra mano de algo que implicaba un perjuicio para ella. De lo contrario, el daño sería mucho peor. Pero el sistema nervioso es físico, y está sostenido por el oxígeno transportado a todas las partes de nuestro cuerpo por nuestro sistema circulatorio. ¿Entonces qué? ¿Las almas tienen corazones y pulmones e hígados? ¿Tienen riñones? ¡Dios nos libre!

¿Alguna vez ha oído un sermón que DESCRIBA en detalle, el “alma”? Porque, si la Biblia enseña la “inmortalidad del alma” (que no es así, porque tal frase NO ESTÁ en la Biblia), entonces todas estas preguntas son muy válidas y deben ser contestadas.

Como he mencionado antes, cuando mi esposa era una niña, se asustó muchísimo de las representaciones gráficas más horribles del “fuego del infierno”. ¡Sin embargo siempre los ministros han hecho que el fuego del infierno ¡apareciera como si fuera carne HUMANA y pelo! Ellos hacían aparecer como si el mismo cuerpo humano en que vivimos fuera el cuerpo que sería arrojado al infierno. Cuando era pequeña, tenía pesadillas con las descripciones terribles de “infierno”.

Dado que la idea parece ser que las “almas” son inteligentes, ¿tienen cerebro? ¿Tienen ojos, oídos y nariz? ¿Pueden ver, oír y pensar? ¿Pueden hablar? ¿Por qué no puede un alma, si es ESPÍRITU, manifestarse exactamente como lo hizo Jesús cuando caminó a través de una pared de piedra sólida y apareció ante los discípulos? ¿Por qué un alma no se puede sentar en la primera fila en el funeral del cuerpo en que solía vivir, y firmar el registro de visitas, y cumplir con todas las personas que vinieron a desearle buen viaje al cielo, o para decirles “¡lo mismo para ti, amigo!” si piensan que el alma se fue al infierno?

La palabra inglesa para “alma” es soul, y viene de la palabra hebrea nephesh, y de la palabra griega psuche. Recuerde, la Biblia no fue escrita en inglés sino en hebreo, griego y arameo, que era el dialecto hebreo hablado después del cautiverio babilónico.

La palabra nephesh es usada varias veces en el primer capítulo del Génesis, se traduce como “criatura”, y similares, antes que fuera usada para el hombre. Dios dijo: “…Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” (Génesis 1:26). Recapitulando la creación del hombre, Dios dijo: “Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (en hebreo: nephesh).

¡Dios no dijo que Adán TUVIERA un alma! Dijo que Adán ERA un “alma”. La palabra simplemente significa una “criatura” viviente, y no tenía nada que ver con nada inmortal.

La mismísima palabra, se traduce como “criatura” muchas veces a lo largo del Antiguo Testamento y en Génesis. “Y dijo Dios: Hágase que la tierra produzca al ser viviente [nephesh] según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y así fue.”

Busque la palabra en la Concordancia Exhaustiva de Strong*. Es la número 5315, y se da como: “Nephesh, una criatura que respira, es decir, animal o (abstr.) vitalidad: muy ampliamente utilizada en un sentido literal, acomodado o figurativo (físico o mental); apetito, bestia, cuerpo, respiración, criatura, muerte, deseo, contento, pez, fantasma, codicioso, él, corazón, (peligro de perder la vida, en peligro), lujuria, hombre, yo, mente, muerte, uno, solo, persona, placer, (ella, él, mi, tu) sí, ellos msimos, usted mismo, matar, alma, tableta, ellos, ellas, voluntad, tendría.”

Observe las muchas referencias a la vida, y el principio de la vida en todos los seres vivos. La verdadera comprensión de nephesh sólo puede ser adquirida mirando sus múltiples usos en relación con los animales y el hombre. Observe un ejemplo destacado: “El que tocare cadáver (cuerpo muerto en inglés: deady body) de cualquier persona será inmundo por siete días” (Números 19:11). ¡La palabra “cuerpo” viene de la hebrea nephesh! Observe también estos muchos ejemplos idénticos: Números 6:6; 9:6, 7, 10, 19:11, 13, 16, y Hageo 2:13, que dice: “Y dijo Hageo: ¿Si un inmundo, por un cuerpo muerto, [en hebreo: nephesh] tocare alguna cosa de éstas, será inmundo? y respondieron los sacerdotes y dijeron: será inmundo”.

Obviamente, los traductores nunca se dignan traducir estos, y docenas de otros ejemplos en la Biblia, ¡como “alma”! De lo contrario, estarían traduciendo como “un alma muerta como inmunda”, y esto sería demoler su preciada doctrina, falsa y completamente pagana de la “inmortalidad del alma”.

Pero HAY un ejemplo, en realidad dos, en los que es evidente que la palabra “alma” significa simplemente la vida física del hombre que puede ser establecida, pérdida, destruida, ¡que puede perecer o morir! Observe a los dos: “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:4). Asimismo, “El alma que pecare, esa morirá: el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo: la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él” (Ezequiel 18:20). La doctrina de la “inmortalidad del alma” es una doctrina PAGANA, derivada de la antigua mitología y la superstición ignorante. ¡No se enseña en la Biblia!

Hay un ESPÍRITU en el hombre, pero NO es un “alma inmortal”, que tiene conciencia fuera del cuerpo.

El Espíritu Humano

Cuando Dios creó un prototipo físico de Su propio cuerpo, también dotó al primer hombre con ¡un ESPÍRITU! Ese espíritu es lo que hace al hombre superior a toda la vida animal, porque el hombre tiene una mente, en lugar del mero instinto animal.

Toda filosofía está basada en un intento de descubrir lo lo que el hombre realmente es: qué es la vida, porque está, qué sucede cuando morimos y hacia dónde vamos. La palabra de Dios nos muestra que el hombre fue dotado de una mente que es superior a cualquier otra inteligencia que él pueda descubrir con los cinco sentidos. Ninguna mente animal es superior a la mente del hombre.

Dios ha dado a la humanidad una pequeña medida de conocimiento de Dios, de modo que el hombre puede inventar, razonar, pensar, planificar, y luego llevar a cabo su plan. Puede proponer, suponer, soñar, razonar, y luego experimentar para averiguar si sus postulados son ciertos.

El hombre tiene una conciencia, también tiene una psique más interna, que puede preguntarse acerca de cosas tales como sus orígenes, la vida, la muerte y el destino. Los animales no tienen tales poderes de razonamiento.

Dios dice: “…hay un espíritu en el hombre, y el soplo del Omnipotente le hace que entienda” (Job 32:8). Pablo escribió: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción [en griego: “filiación”, que está mas cerca que la adopción legal, puesto que se refiere a la ¡filiación real!], por el cual clamamos: Abba, Padre.

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:14-16). Lea esto de nuevo, con cuidado, y ¡CREA en ello!

Pablo dice que el Espíritu Santo de Dios, en habiendo engendrado una “nueva criatura en Cristo” dentro de nosotros (2 Corintios 5:17), “testimonia a NUESTRO ESPÍRITU de que ¡somos hijos de Dios!”

Como ya hemos visto, al estado de los muertos se le llama en la palabra de Dios “sueño”. Los muertos están INCONSCIENTES, completamente ignorantes, inanimados, sin darse cuenta del paso del tiempo, sin pensar, sin sentimientos, ¡inertes! Sin embargo, en el instante en que son resucitados, será como si ¡nunca se hubieran muerto! No habrá conciencia del paso del tiempo; ningún pensamiento diferente a los que tenían en sus mentes ¡antes de “quedarse dormidos” en la muerte!

El espíritu humano no tiene conciencia, ¡APARTE de la del cerebro! No es un alma separada, pensante, que razona que siente, sino un espíritu que transforma en un ser completamente dormido cuando el cerebro carnal deja de funcionar. Pablo mostró cómo el acto de engendrar del Espíritu Santo de Dios forma una nueva CRIATURA ESPIRITUAL dentro de nosotros, cómo nos convertimos entonces, literalmente, en una “nueva criatura [¡creación!] en Cristo” (2 Corintios 5:17).

Él escribió: “…pero el que se une al Señor, es UN ESPÍRITU”, y continuó diciendo, “…¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y vosotros no sois vuestros?

“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19, 20).

Como un tesoro de valor incalculable es mantenido en una olla de barro, así es la “nueva criatura en Cristo”; ¡el recién creado SER ESPIRITUAL está dentro de la mente y el corazón de cada cristiano convertido! Pablo escribió: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros” (2 Corintios 4:7). Mostró cómo nuestros cuerpos temporales, a medida que crecen y decaen, son como anfitriones para la nueva vida – la vida del espíritu que ha sido engendrado en nosotros: “Por lo cual, no desmayamos: antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el hombre interior se renueva de día en día.

“Porque nuestra leve tribulación, que no es más que momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de la gloria;

“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven: porqué las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:16-18).

Uno de los ricos significados de la fiesta anual de los Tabernáculos muestra nuestra ESTADÍA TEMPORAL aquí, en un “stand”, o un “tabernáculo”. Nuestros cuerpos físicos humanos se asemejan a una morada temporal para la nueva criatura en Cristo, una estructura física que finalmente será descartada, ¡TRANSFORMADA en un nuevo cuerpo espiritual!

Pablo dijo: “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.

“Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;

“Si acontece que vestidos, y no seremos hallados desnudos.

“Pero los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia: no porque nosotros quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida” (2 Corintios 5:1-4). Es muy muy rica y significativa la información que se puede sacar de estos versículos. Usted y yo vivimos en un cuerpo. Pero no nos detenemos, conscientemente, en nuestras manos, o pies, o codos, o nuestras rótulas. Vivimos en los lóbulos frontales de nuestro cerebro, en nuestra MENTE. Algunos pierden partes de sus cuerpos trágicamente.

Más de uno sin brazos, sin piernas, parapléjico o tetrapléjico, se encuentra en un hospital de veteranos, habiendo sido mutilado horriblemente en la guerra.

Uno podría decir: “He perdido mi brazo en la guerra”. ¡Pero la PERSONA está intacta! ¡El individuo, con su psique interna, con la conciencia, la memoria, el carácter, la personalidad, está intacto!

Usted y yo vivimos EN UN CUERPO, pero nuestra vida es más que el cuerpo. Los seres humanos pueden perder las cuatro extremidades, los ojos, e incluso algunos de sus órganos vitales, o parte de ellos, y ¡aún así sobrevivir! Una vez vi la película desgarradora de un ser humano indefenso, que, habiendo perdido los dos brazos, producía pinturas hermosas sosteniendo ¡el pincel entre los dientes!

Observe cuidadosamente cómo Pablo expresó esta verdad maravillosa. Dijo que “gemimos” en estos cuerpos temporales, anhelando ser revestidos de ¡un CUERPO ESPIRITUAL!

“Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero la gloria del celestial es una, y la gloria de lo terrestre es otra.

“Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.

“Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción:

“Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder:

“Se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Hay un cuerpo natural, y hay cuerpo espiritual” (1 Corintios 15:40-44).

Pedro también escribió acerca de cómo vivimos en una morada temporal, nuestros cuerpos físicos. Entendía el rico significado de la fiesta anual de los Tabernáculos o “cabinas”, que representa nuestra estadía temporal en estos cuerpos humanos, y espera con interés el momento en el que nosotros seremos TRANSFORMADOS de carne a espíritu. Él dijo: “Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.

“Sí, creo que es justo, en tanto que estoy en este tabernáculo [refiriéndose a su cuerpo como una morada temporal para la “nueva criatura en Cristo,” el espíritu], el despertaros con amonestación;

“Sabiendo que brevemente tengo de dejar mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me ha mostrado.

“También yo procuraré con diligencia que seáis capaces después de mi partida [él estaba hablando de su muerte física] de tener siempre estas cosas en el recuerdo” (2 Pedro 1:12-15). Pedro sabía que la muerte del cuerpo físico es como echar de ropa de vestir, como una transición de la física a espiritual. Pablo escribió: “Pero esto os digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados,

“En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, al final trompeta; porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1 Corintios 15:50-52). ¿Puede algo ser más claro? ¡En la resurrección, el ESPÍRITU de cada persona se despierta! Pronto leeremos varios ejemplos de cómo la palabra de Dios habla de la muerte como un SUEÑO profundo del cual los muertos se despiertan en la resurrección.

Los que estén entre los vivos cuando Cristo regrese serán TRANSFORMADOS al instante, “en un abrir y cerrar de ojos”, ¡de carne a espíritu! Con razón Jesucristo dijo a Nicodemo que cuando uno nace de Dios uno se vuelve como el viento, que, si bien podemos oírlo, y ver su poder en una tormenta, no podemos verle!

Cristo dijo: “No te maravilles de lo que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

“El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu (Juan 3:7, 8).

Su vida física fue el resultado de su engendramiento por su padre humano, según su propia imagen, y según propia especie, una nueva vida, ¡usted! ¿Cómo? ¡Impregnando el huevo fértil en el vientre de su madre! Tomó VIDA más VIDA, la vida física de su padre, junto con la vida física de su madre para producir ¡una NUEVA VIDA!

De la misma manera, el Espíritu del Padre engendra una NUEVA CRIATURA EN CRISTO cuando entra en y se une con el ¡ESPÍRITU HUMANO en su mente!

Recuerde, “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).

“EL CIELO”, ¿Dónde Está?

La palabra inglesa para cielo es “heaven” que se parce mucho a “heave”, en español: tirar. Esto se debe a que la palbra “heaven” viene de “heave”.Esta palabra aparece un poco cambiada, en muchísimas otras lenguas. Por ejemplo en danés es haeve; en alemán: heben; en sueco hefva; y está conectada con la palabra “lift”, (levantar) o “height” (altura). Una de las formas de ofrendar a Dios bajo el sacerdocio Levítico era la conocida “ofrenda elevada”, en la que la comida, o una gavilla de grano se “tiraba” en el aire lo más alto posible.

Por lo tanto, esta asociación del cielo, “levantar” o “tirar hacia arriba”, está ligada a la morada de Dios.

La Biblia habla de TRES “cielos”. El primero es el firmamento, el manto de aire que cubre la tierra; la atmósfera. Este es el “cielo” en el que se forman las nubes y en el que vuelan los pájaros y los aviones. Hay muchos ejemplos del uso de la palabra “cielo” en relación con el aire o la atmósfera.

Durante la semana de la creación, Dios dividió las aguas que contienen las nubes, de las aguas sobre la tierra, y habló de la atmósfera como el “firmamento” (queriendo decir, “una extensión”). Observe: “Y Dios hizo el firmamento y separó las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento: y fue así.

“Y llamó Dios a la expansión Cielo. Y fue la tarde y la mañana el día segundo (Génesis 1:7, 8).

Cuando David se regocijó, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmos 19:1), él estaba hablando del sol, la luna y las estrellas; de nuestro sistema solar y el universo. El “segundo” cielo se revela en la Biblia es aquel del ESPACIO, de toda la creación fuera de la atmósfera de la tierra.

¡El TERCER cielo es el lugar del trono de Dios! El apóstol Pablo fue inspirado a escribir específicamente de este cielo. Él dijo: “Conozco a un hombre en Cristo hace catorce años (si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe;) el tal fue arrebatado al tercer cielo.

“Y sé que este hombre (no sé si con el cuerpo o fuera de él, Dios lo sabe)

“Cómo que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” (2 Corintios 12:2-4). No existen otras alternativas que las dadas por Pablo. O fue transportado al tercer cielo CORPORALMENTE, o la “nueva criatura en Cristo, “la recreación ESPIRITUAL entonces formándose dentro de él, fue llevada al tercer cielo , llamado “paraíso”, que, obviamente, es el lugar del trono de Dios.

Jesucristo continuamente hablaba de, y para, su “Padre en el CIELO”. Él estaba hablando de Dios el Padre, que habita en el “tercer cielo”. Ahora, observe cómo la Biblia distingue entre estas tres referencias al “cielo”. Cuando Cristo se apareció a Sus discípulos por última vez, después de más de un mes de muchas, muchas visitas de Cristo a sus discípulos, observe lo que sucedió: “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le ocultó a sus ojos.

“Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo [obviamente, hacia la nube que a Él no le había ocultado la visión de ellos] entre tanto que él se iba, he aquí dos varones se pusieron junto á ellos en vestidos blancos;

“Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Hechos 1: 9-11). Obviamente, la primera referencia es al “primer cielo” o la atmósfera de la tierra en la que se forman las nubes. Pero la referencia final debe significar “el tercer cielo,” porqué este era el destino de Cristo. Pedro, predicando del milagro del Espíritu Santo en Pentecostés, hizo un llamamiento a los atónitos judíos a ARREPENTIRSE de sus pecados horribles, y habló de cómo Cristo había sido recibido en el cielo: ” Así que, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, cuando los tiempos de consuelo vengan de la presencia del Señor;

“Y él envió a Jesucristo, que os fue antes anunciado;

“A quien el cielo debe recibir [obviamente, el “tercer” cielo] hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas desde el principio del mundo” (Hechos 3:19-21).

Enoc y Elías no estaban en el Cielo 

Cuando Cristo dijo: “…ningún hombre ha subido al cielo, sino él que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo” (Juan 3:13), es obvio que se refería al “tercer cielo” del que había venido. Elías fue “tomado” en el “cielo” de la atmósfera de la tierra, a un lugar seguro, donde vivió sus últimos años ¡Por lo que dijo su Salvador, Elías NO ESTABA EN EL CIELO! ¡La carta que Elías envió a Eliseo AÑOS después de su desaparición (2 Crónicas 21:12) lo demuestra!

Durante siglos, se ha supuesto que tanto Enoc como Elías estaban “en el cielo.” Debido a que no se hace distinción entre los TRES “cielos” diferentes revelados en la Biblia, se suponía que estos hombres justos fueron arrebatados al cielo de Dios, el “tercer cielo”. No es así. Fueron transportados EN EL AIRE ¡de un gran peligro a un lugar de protección! Observe la verdad acerca de Enoc: “Y caminó Enoc con Dios después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas:

“Y todos los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años;

“Y Enoc anduvo con Dios, y él no estaba, porque le llevó Dios ” (Génesis 5:22-24). La palabra “estaba” está en cursiva, lo que indica que fue añadida por los traductores. ¿Qué le pasó a Enoc? ¡Sabemos que él NO ESTABA EN EL CIELO! ¡Lo dijo Cristo! Cristo acababa de llegar de allí, y ni Enoc ni Elías ¡estaban en ninguna parte! La respuesta es la misma que en el caso de Elías. ¡Dios decidió perdonar la vida de Enoc, porque la gente LO BUSCABA para matarlo!

Pablo, escribiendo acerca de Enoc, dijo: “Por la fe Enoc fue traspuesto [trasportado] para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios: y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” (Hebreos 11: 5). Él “no fue encontrado”, ¡porque la gente estaba tratando de encontrarlo!

Ahora, observe una prueba más de su propia Biblia. El capítulo once Hebreos contiene una lista de los más grandes hombres y mujeres de Dios, mártires por su fe. Se mencionan a Abel, Enoc, Noé, Abraham, y muchos otros, como Débora. Dos veces, se nos dice de estos hombres y mujeres justos MUERTOS. Dios dijo: “Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (Hebreos 11:13).

¡Observe que ellos NO RECIBIERON LAS PROMESAS de la vida eterna! ¡NO están en el cielo! ¡Jesucristo lo dijo en términos inequívocos! ¡Dios los traerá a la vida, al mismo tiempo que los apóstoles, al mismo tiempo de la Segunda Venida de Cristo! Observe la prueba: “Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;

“(De los cuales el mundo no era digno:) perdidos por los desiertos, por los montes, por las cuevas y cavernas de la tierra.

“Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;

“Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros” (Hebreos 11:37-40). TODOS MURIERON. ¡Ni uno sólo de ellos recibió la promesa! ¿Por qué? ¡Porqué Dios decretó que las PRImicias del Cordero serán todos resucitadas al mismo tiempo!

No, dejando de lado todas las fantasías, las falsas doctrinas y las vanas esperanzas, NADIE SUBIÓ AL CIELO, no importa lo mucho que la gente quiera creer en los mitos y fábulas perpetuadas por sus padres y abuelos, y ¡predicadas en los púlpitos de las iglesias tradicionales!

¿Cuál Es El Verdadero Estado De Los Muertos?

Cuando una persona muere, deja de pensar, sentir, ver, oír, oler, no tiene noción de nada. La persona se vuelve completamente inanimada ¡no tiene conciencia alguna! Continuamente, la Biblia habla de la condición de los muertos ¡como si estuvieran en un SUEÑO profundo, inconsciente!

Observe un par de destacados ejemplos: “Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó;

“Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.

“Entonces los que durmieron en Cristo también perecieron.

“Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.

“Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron” (1 Corintios 15:16-20).

Algunos se burlan y hacen escarnio y ¡hablan del estado de los muertos como de “almas durmientes”! Esto, para ellos, ¡es una declaración de desprecio! Desean adherir a la falsa doctrina de la “inmortalidad del alma”, y su falsa doctrina de ir al cielo, o a un “fuego infernal” que arde eternamente. Pero estos que se burlan serán juzgados en el juicio, y cualquiera que se burle de la palabra inspirada de Dios tendrá su recompensa en el Gehena. Estas sagradas palabras de Dios, en su propia Biblia, no han de ser burladas. Se nos manda a TEMBLAR ante la palabra de Dios, y al miedo por tratar de alterarla (Isaías 66:1,2).

Observe lo que Dios inspiró a Lucas a que escribiera sobre el martirio de Esteban: “Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y cuando hubo dicho esto, se durmió” (Hechos 7: 60). Otro ejemplo es lo que Pablo escribió a la iglesia en Tesalónica acerca de la resurrección de los muertos. Él escribió: “Pero yo no querría que ignoréis, hermanos, acerca de ellos los que duermen, para que no os entristezcáis como los demás que no tienen esperanza.

“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también a los que durmieron en Jesús, Dios los traerá con él.

“Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros que hayamos quedado hasta la venida de ellos del Señor, no impediremos [precederemos] a los que durmieron.”

“Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero:

Luego [¡y ni un momento ANTES de esa fecha!] nosotros, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire [¡en el “primer cielo”, en la atmósfera de la Tierra, donde se forman las nubes!]: Y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:13-18).

¿Y dónde ESTARÁ el Señor? Pues, ¡EN ESTA TIERRA! Él viene otra vez, llega a esta tierra ¡para erguirse en aquel día sobre el monte de los Olivos! ¡Léalo en su propia Biblia! Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur” (Zacarías 14:4). Cristo dijo a sus discípulos que VOLVERÍA a esta tierra – ¡Él NUNCA les dijo que serían “arrebatados al cielo!”

Jesús hablaba siempre de una resurrección de los muertos. Él dijo: De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán” (Juan 5:25).

Describió a los que estaban en sus tumbas, muertos, sin saber nada, al momento de la Segunda Venida de Cristo. “No os maravilléis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y saldrán: los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, saldrán a resurrección de condenación [al margen dice “juicio” (Juan 5:28-29). Aquí, Cristo habló tanto de la PRIMER resurrección, la resurrección de los “muertos en Cristo”, así como de la SEGUNDA resurrección a “juicio”. Recuerde, “…el RESTO DE LOS MUERTOS [los que no fueron incluidos en la primera resurrección] no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años” (Apocalipsis 20:5)

Está claro que estas escrituras se refieren a un evento futuro. Jesús habló de una resurrección general de los muertos, que él llamó una resurrección “de la vida.” Estaba claro que hablaba de lo contrario de la muerte. Hablaba de la vida.

La palabra de Dios dice: “Los muertos nada saben”. Salomón escribió: “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria [“su memoria”, no es que nos olvidamos de los muertos, sino que cesa su mente consciente y su memoria] es puesta en olvido.

“También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; [no están vivos, conscientes, pensando – sino en el sueño más hondo, más profundo; inconscientes] y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9:5, 6). Él también escribió, “Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.

Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.” (Eclesiastés 3:19,20).

La Palabra de Dios nos revela que los seres humanos viven una existencia física química. Somos criaturas transitorias mortales temporales; sostenidas por los elementos materiales de la creación física. Somos criaturas que beben agua, que respiran aire, que ingieren alimentos; cuya vida depende únicamente de nuestro torrente sanguíneo y los alimentos (como combustible) que tenemos en nuestros sistemas.

Cuando morimos, se produce el cese total de esta existencia física química. La muerte es la ausencia de vida. La Biblia describe a los que descienden a la tumba como seres muertos ¡tan muertos como lo está cualquier animal! Sin embargo, mientras que el cuerpo está muerto, y se desintegrará, y volverá nuevamente al “polvo”, ¡el ESPÍRITU ESTÁ PROFUNDAMENTE DORMIDO!

Pablo, anticipando preguntas acerca de cómo Dios puede resucitar a alguien que ha sido devorado por un tiburón o incinerado, dijo: “Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal y hay cuerpo espiritual.” (1 Corintios 15:35-44).

Este revelador capítulo muestra claramente que, al morir, nuestros cuerpos físicos, temporales, que dependen de la existencia química de los elementos naturales de esta tierra, alimentos, agua y aire, dejan de funcionar por completo, y el resultado es ¡la pérdida total del conocimiento y el olvido!

¡No sólo hay un cese completo de la vida, sino la pérdida total de la conciencia!

Entonces, unos momentos después de la muerte, el cuerpo físico empieza a decaer.

Este hermoso capítulo quince de 1 Corintios explica que no importa cuán rápido es el proceso de descomposición (si fue volado en pedazos en una explosión atómica o si se descompone lentamente en una fosa normal) Dios es capaz de re-crear una nueva vida espiritual, dándole al individuo un nuevo cuerpo espiritual!

¡Cristo Reinará EN ESTA TIERRA!

Hay demasiadas escrituras que describen los 1000 años del reinado de Cristo en esta tierra como para volver reproducirlas todas.

Sin embargo, aquí hay algunos ejemplos: “Y acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y todas las naciones correrán allí.

“Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas: Porque de Sión saldrá la ley, y la palabra del Señor de Jerusalén.

“Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2 de Jerusalén: 2-5). Lea un paralelo casi exacto en el cuarto capítulo de Miqueas.

Los santos resucitados se alegrarán de que Dios “…nos haya hecho reyes y sacerdotes para nuestro Dios, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:10). Cristo prometió GOBERNAR sobre ciudades físicas, estados, naciones, más aun, ¡sobre toda esta tierra! ¡Preste atención! “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre.”(Apocalipsis 2:26, 27).

A aquellos que han entregado su voluntad a Dios, que se han arrepentido del pecado, y que se esfuerzan, con la ayuda del Espíritu Santo, a vivir una vida de superación, se le dará todo el poder y autoridad sobre ciudades, condados, estados y ¡naciones enteras! ¿Se acuerda de lo que dijo Jesús a sus discípulos justo antes de su crucifixión? “…De cierto os digo, que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, ¡para juzgar a las doce tribus de Israel!” (Mateo 19:28).

Jesucristo dice que incluso los que viven en el día de hoy puede tener una oportunidad para co-gobernar en su nuevo gobierno, que se va a establecer en la tierra después de ¡Su Segunda Venida!

¡Jesucristo viene a heredar un trono real! Ese trono está en esta tierra.

Cuando se le dijo María del gran milagro que ocurriría; que ella había sido elegida para ser la madre de Jesucristo, “…el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, y he aquí, tú concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y le darás por nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios os dará el trono de su padre David, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”! (Lucas 1:30-33 ).

Dios hizo un pacto de unión con David, diciéndole que puesto que David se mantuvo fiel a las leyes y preceptos Él nunca dejaría que se sentara en el trono físico de Dios a otro que no fuera semilla de la propia familia de David. Lo crea o no lo crea, ¡ese trono todavía existe en esta tierra! (Si todavía no ha leído mi libro Europa y América en la Profecía, que detalla donde se encuentra actualmente el trono de David, y le muestra en que parte del la profecía bíblica se puede identificar a los Estados Unidos, por favor escriba o llame para obtener una copia gratuita de inmediato).

Lea la profecía del segundo capítulo de Daniel, donde se ve, después de la descripción de los cuatro grandes sucesivos reinos Paganos gobernantes del mundo, una “piedra cortada, no con mano”, que hiere la imagen en sus pies [los diez dedos representan a los diez reyes de Apocalipsis 17] y que luego “se convierte en un gran monte que llena toda la tierra.”

Es evidente que en esta profecía, la piedra figurativa representa a ¡Cristo regresando conquistador! La gran imagen representa las etapas sucesivas de los reinos gentiles, gobernadores de todo el mundo, culminando en la BESTIA descrita en Daniel 7 y Apocalipsis 13 y 17.

Los diez reyes combaten a Cristo en su venida (Apocálipsis 17) están representados por los diez dedos de la gran imagen, mezclada con hierro y barro cocido.

La “gran montaña” es un símbolo del ¡Reino de Dios, que gobernará sobre la totalidad de la tierra!

Ahora, observe una parte del capítulo inspirador de Isaías 11. Por favor, lea todo, lenta y cuidadosamente, en su propia Biblia: “Pero con justicia juzgará a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

“Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.

“El lobo habitará con el cordero, y el leopardo yacerá con el cabrito, el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.

“La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas, y el león como el buey comerá paja.

“Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco.

“No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR, como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:4-9). ¡No hay serpientes venenosas; ni leones ni bueyes en el cielo! Está describiendo las condiciones que prevalecerán SOBRE ESTA TIERRA durante el reinado milenario de Cristo.

Juan escribió acerca de su visión del reino terrenal de Cristo: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se dio el juicio a ellos; y vi las almas [en griego: psuche, la misma que la hebrea nephesh que significa la vida física. Observe que ellos fueron “decapitados”, !martirizados!] de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en sus frentes ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años” (Apocalipsis 20:4).

¡Dios está llamando a un grupo de individuos como emisarios de avanzada de su Reino que está al llegar! Observe como Cristo dijo que el Reino de Dios era “en cierto sentido como levadura”: “El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado” (Mateo 13: 33). La levadura es el AGENTE. A media que las esporas del hongo se dividen y geman, se produce un crecimiento explosivo de la “levadura” en el trozo de masa.

Cada Cristiano convertido es un AGENTE. Él o ella se transforman en una parte activa de la OBRA de Dios, anunciando la emocionante inspirada y maravillosa BUENA NUEVA, que podemos NACER DE DIOS, para que podamos vivir para siempre, para que podamos unirnos a Cristo en ¡Su reino milenario!

Ahora, por fin, ¿DÓNDE?

RECUERDE, que “cielo” puede tener tres significados diferentes. ¡Pero el “tercer cielo” es el cielo del trono de Dios!

Durante 1000 años, Cristo va a ocupar el trono de David, ¡aquí en esta tierra! Luego, durante un período de 100 años, se le permitirá a Satanás influir en la humanidad nuevamente. Al final de ese período, los que sigan a Satanás, y los muertos incorregibles, representados por el hombre rico en la parábola de Lázaro (Lucas 16), vendrán a la TERCERA resurrección – la resurrección a ¡LA MUERTE POR EL FUEGO DEL GEHENA!

Recuerde: “Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

“Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte.

“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:13-15). La palabra inglesa para “infierno” es “hell”, que proviene de la palabra griega Hades, que no tiene nada que ver con el fuego. Significa, simplemente, “la tumba”. De no haber sido influenciados por un falso concepto de un fuego infernal siempre ardiente, los traductores habrían traducido correctamente la palabra como “la tumba”.

¿Cuando una tumba no es una tumba? Es sólo una tumba cuando contiene un cuerpo. La palabra “infierno”, en inglés hell, viene de una palabra antigua nórdica, Behelian y Hel, que era una noción pagana de un dios del inframundo. Tan recientemente como en los años 30, los agricultores en Estados Unidos hablaban de guardar sus papas en el “infierno” para el invierno. Mi propio tío lo hacía. En su finca tenía una “cueva para papas”, a la que llamaba “el infierno”.

¿En que momento “muerte y tumba”, en inglés “death and hell” significan los malvados incorregibles lanzados al lago de fuego? ¡No hasta que al final de un período de más de 1100 años! Este es el MISMO evento descrito por Pedro en su segunda carta (2 Pedro 3:10).

Observe que esta destrucción por el fuego del Gehena se llama “¡la SEGUNDA muerte!” Como ya se ha explicado, la paga por el pecado es la muerte _ no es la primera muerte que llega a todos los seres humanos, sino ¡la segunda muerte ¡EN EL FUEGO DEL GEHENA!

Ahora, pasemos a revisar rápidamente lo que ha aprendido. En primer lugar, usted no tiene un “alma inmortal” en absoluto, sino un ESPÍRITU HUMANO, que no tiene conciencia, aparte de su mente. En segundo lugar, cuando morimos, no vamos inmediatamente al cielo o un infierno siempre ardiente, sino a la TUMBA, donde estamos completamente inconscientes, en el olvido, sin darnos cuenta del paso del tiempo, hasta la resurrección.

En tercer lugar, sus seres queridos que han muerto, en este momento NO están en el cielo o en el “infierno”. Cuarto, el “fuego del infierno” de la Biblia es mucho más caliente que el “fuego del infierno”, descrito por los predicadores del “fuego y azufre”, para que se quemen los impíos, que serán “cenizas bajo los pies de los justos”. En quinto lugar, llega una gran segunda resurrección de todos los que alguna vez han vivido y han muerto sin oportunidad para la salvación, incluyendo nuestra niña china. En sexto lugar, viene una TERCER resurrección, cuando todos los que han cometido el pecado imperdonable, y los que no QUISIERON arrepentirse, los que fueron incorregibles, serán quemados ¡en el fuego del infierno! En séptimo lugar, usted y yo tenemos la oportunidad gloriosa de unirnos a Jesucristo en Su reino mundial, y- ¿está listo para esto? – ¡EVENTUALMENTE ESTAR EN EL CIELO!

EL CIELO EN LA TIERRA 

Observe la imagen de los “cielos nuevos y tierra nueva” que han de formarse después de la resurrección final, “Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva: porque el primer cielo [la atmósfera terrestre] y la primera tierra [la litosfera y batisfera] se fueron, y no había más mar.

“Y 1 Juan vio la santa ciudad, la nueva Jerusalén descender del cielo de Dios, dispuesta como una novia ataviada para su esposo.

“Y oí una gran voz del cielo diciendo: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios” (Apocalipsis 21:1-3).

¿Puede captarlo su mente? ¡El cielo es donde está Dios! ¡Es el lugar de Su trono! La Biblia dice claramente que DIOS EL PADRE traerá SU TRONO, su ciudad celestial “la Nueva Jerusalén” a esta tierra ¡después que Cristo haya completado su obra de salvación!

¡Dios es tan PERFECTO, tan omnisciente; tan santo, tan justo, que no va a tolerar el estar en presencia del pecado! Dios Padre no vendrá aquí, en tanto que un ¡SOLO PECADOR esté todavía en la tierra! Pero cuando se haya escrito el último capítulo del plan de Dios, y cuando el último de los rebeldes, despreciadores, burladores, maldicientes, pecadores desafiantes de Dios, haya sido destruido, y cuando Satanás haya sido arrojado a la más negra y distante, de “las tinieblas lejanas”, Dios el Padre se unirá a Cristo y sus santos ¡AQUÍ , en esta tierra!

¡Junto a él, los veinticuatro ancianos, los querubines y los serafines! ¡Junto a él, MILLONES de poderosos ángeles! La tierra ya no tendrá ninguna necesidad de clima, de suelo, de agua, de los elementos necesarios para sostener la vida animal y humana.

Se convertirá en la SEDE DEL DIOS TODOPODEROSO desde la cual lanzará ¡Su PRÓXIMO proyecto!

Observe, “Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá más muerte, ni llanto, ni clamor, ni habrá más dolor: porque las primeras cosas son pasadas.

“Y el que estaba sentado en el trono [¡Dios el Padre!] dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:4, 5).

La verdad es que, SI calificamos para Su reino glorioso, entonces ESTAREMOS EN EL CIELO-porque ¡el cielo estará EN ESTA TIERRA!

Juan escribió: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció.

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:1, 2).

¡Finalmente, Dios dice que seremos capaces de VER A DIOS! Pablo escribió: “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara: ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido” (1 Corintios 13:13). ¡Dios nos conoce a fondo! Él conoce los pensamientos de nuestro corazón. Él sabe, y entiende, nuestros motivos más íntimos. ¡Cuán INSPIRADOR es saber que finalmente CONOCEREMOS A DIOS, sabremos cómo piensa; conocemos Su mente, Su impresionante poder, Su capacidad creativa; Su gran compasión, Su misericordia, ¡Su amor!

La verdad acerca de lo que habló Job está ligeramente oscurecida por los traductores, aunque está clara en el margen. Este es el verdadero sentido de lo que dijo Job: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará en el último día sobre la tierra:

“Y aunque los gusanos destruyan este cuerpo, después que me despierte, aunque este cuerpo pueda estar destruido, sin embargo, ¡fuera de mi carne he de ver a Dios!

“Al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán. ¡Mis riendas dentro de mí se consumen con sincero deseo para ese día!” (Job 19:25-27).

En la conclusión de la Biblia, cuando Dios cierra su relato que nos ha dado a nosotros, Él hizo que Juan tuviera una visión de esta tierra, ya que será durante y después del reinado milenario de Cristo. “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.

“En medio de las calles de la ciudad, y a uno y otro lado del río , estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

“Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán:

“Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes” (Apocalipsis 22:1-4).

Sí, los que reciben a Cristo como su Salvador personal; aquellos que se arrepienten y son bautizados y reciben el Espíritu Santo de Dios, con el tiempo ¡VAN A ESTAR EN EL CIELO con Dios Padre y Cristo mismo!

¡Eso se debe a que el CIELO ESTARÁ EN LA TIERRA! Y entonces, cuando nuestro Padre Celestial hago Su atronador pronunciamiento, “HE AQUÍ QUE HAGO NUEVAS TODAS LAS COSAS”, sabremos que estamos en… el principio.


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Esta publicación está destinada a ser utilizada como una herramienta de estudio personal. Por favor, sepa que no es prudente confiar para nada en la palabra de nadie, así que pruebe todas las cosas por sí mismo de las páginas de su propia Biblia.

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